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jueves, 18 de diciembre de 2014

COMETA / UNA ESTRELLA ERRANTE

El paso de una estrella puede lanzar un bombardeo de cometas contra la tierra ...

El astro errante podría desestabilizar el delicado equilibrio de la Nube de Oort y lanzar una auténtica lluvia de rocas ...

Un equipo de investigadores del Instituto Max Planck de Astronomía en Heilderberg ha calculado, por primera vez, el efecto que tendría el paso de una estrella errante en las cercanías del Sistema Solar y las posibles consecuencias para la Tierra. Unas consecuencias, por cierto, nada halagüeñas, ya que el astro podría desestabilizar el delicado equilibrio de la Nube de Oort y lanzar una auténtica lluvia de cometas contra nuestro planeta. El estudio se ha publicado recientemente en arXiv.org.
El bombardeo, sin embargo, no es inminente, aunque podría producirse durante el próximo cuarto de millón de años. Por ahora, la estrella más cercana a la Tierra es Próxima Centauri, una enana roja que se encuentra a unos 4 años luz de distancia. Pero todas las estrellas de la galaxia están en continuo movimiento, y en el futuro es más que probable que alguna de ellas se encuentre mucho más cerca de nuestro Sol.
Los investigadores, dirigidos por el astrónomo Coryn Bailer-Jones, consideran que ese "acercamiento" podría constituir un serio problema para la Tierra. De hecho, las fronteras exteriores de nuestro Sistema Solar están literalmente inundadas de millones de rocas heladas de todos los tamaños. Rocas que, como una nube de enormes proporciones, rodea por completo nuestro sistema planetario y que conocemos como la Nube de Oort.
Muchos de los cometas que los astrónomos observan en la actualidad proceden, en efecto, de la Nube de Oort. A menudo, las rocas de la Nube colisionan y modifican sus trayectorias. Y como consecuencia de estas "carambolas espaciales", algunas de ellas se precipitan hacia los planetas interiores del Sistema Solar. Pero el "empujón" gravitatorio de una estrella que pasara demasiado cerca podría lanzar, literalmente, miles de estas rocas en nuestra dirección, algunas directamente contra la Tierra. 
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