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lunes, 1 de diciembre de 2014

ASTRONÁUTICA / NO ES UNA OPCIÓN, ES UNA NECESIDAD

Simposio en Madrid sobre la cooperación internacional ...
Científicos españoles reivindican la cooperación entre países como la única vía de emprender misiones caras y ambiciosas ...
La unión hace la fuerza en la conquista del espacio ...

Las banderas de EEUU todavía ondean en la Luna. Las misiones Apolo son el mejor ejemplo de lo que un país puede lograr cuando está dispuesto a invertir ingentes cantidades de dinero y mucho talento. El pequeño robot Philae, que el 12 de noviembre aterrizó en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, no llevaba ninguna bandera pero si hubiera tenido que colocar una, tendría que haber representado a los 20 países que forma parte de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Y es que las cosas han cambiado mucho en la carrera espacial desde los primeros éxitos de EEUU y la URSS. La clave ahora para emprender misiones ambiciosas es la cooperación internacional, como pusieron de manifiesto esta semana durante un simposio en la Fundación Ramón Areces científicos españoles que participan en proyectos internacionales.
"La cooperación entre países en la exploración de Marte ya no es una opción, es una necesidad. Fundamentalmente porque las misiones son cada vez más complejas y ambiciosas y eso significa, lógicamente, un incremento de costes muy importante. En la situación actual, es muy difícil que una única agencia espacial pueda permitirse el lujo de llevar a cabo por sí sola una misión que realmente suponga un avance científico y tecnológico", sostiene José Antonio Rodríguez Manfredi, jefe del Departamento de Instrumentación y Exploración Espacial del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC), donde han desarrollado la estación meteorológica deCuriosity, el rover de la NASA que explora el Planeta Rojo desde agosto de 2012. Y si ya son caras las misiones con vehículos robóticos que a lo largo de esta década sucederán a Curiosity, como ExoMars, (un proyecto conjunto de la ESA y Roscosmos, la agencia espacial rusa), InSight oMars2020 (lideradas por la NASA), un viaje tripulado multiplicará la cifra. "En mi opinión, tendrán que transcurrir al menos unos 30 años para que podamos ver a un humano en la superficie de Marte", sostiene Rodríguez Manfredi, que cree que en los próximos años se seguirán mandando robots que allanen el camino. 
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