'Fuente de oxigeno' que pudo impulsar la vida en la Tierra primitiva, descubren un mecanismo que habría permitido inyectar oxigeno en la atmósfera más de 1.000 millones de años antes de lo que se pensaba...
Hoy, la inmensa mayoría de los seres vivos necesitan oxígeno para vivir. Pero los científicos saben muy bien que ese preciado elemento no siempre estuvo presente en nuestra atmósfera. De hecho, muchos de los primeros organismos que poblaron la Tierra no necesitaban oxígeno, y así fue durante los primeros más de mil millones de años de la historia de la vida en nuestro planeta. Sin embargo, la mayoría de aquellos primeros organismos sí que fabricaban oxígeno como un desecho de sus procesos metabólicos, y lo emitían a la atmósfera. De este modo, hace unos 2.400 millones de años había ya tanto oxígeno, un veneno para los seres vivos de entonces, que se produjo una gran crisis ecológica, una 'Gran oxidación' que desembocó en una gran extinción que acabó con la mayor parte de los seres vivos que había entonces. Después, prácticamente solo quedaron los que encontraron la forma de aprovechar el nuevo recurso, y desde entonces la vida se ha desarrollado y bifurcado en millones de especies muy diferentes, pero que tienen en común su dependencia del oxígeno. Ahora, un equipo de investigadores de la universidad británica de Newcastle acaba de descubrir que, mucho antes de todo eso, hace 3.800 millones de años, tuvo lugar otro evento de oxigenación, hasta ahora desconocido. Y que eso pudo impulsar algunas de las formas más primitivas de vida en la Tierra. La 'culpa' de esa emisión temprana de oxígeno la tuvieron los poderosos terremotos que sacudían el planeta hace alrededor de 4.000 millones de años. Los seísmos abrieron la corteza del entonces joven planeta y favorecieron el desarrollo de reacciones químicas en lo más profundo de la roca fracturada. Con la ayuda del agua y las temperaturas, cercanas al punto de ebullición, pudo liberarse una importante cantidad de oxígeno que sirvió para impulsar a algunas de las formas de vida más antiguas. El hallazgo se acaba de publicar en Nature Communications. Según los investigadores, este oxígeno habría venido 'empaquetado' en el compuesto peróxido de hidrógeno (H2O2), que contiene dos átomos de hidrógeno y dos átomos de oxígeno estrechamente unidos. Tal vez más conocido como un potente antiséptico, el peróxido de hidrógeno es, de por sí, tóxico para los organismos vivos, pero aún así, según explica Jon Telling, autor principal del estudio, puede ser una fuente útil de oxígeno una vez que se descompone, ya sea a causa de enzimas o debido a reacciones que ocurren a altas temperaturas. Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |