Según un investigador, el disco de acreción de uno de estos objetos podría calentar un mundo tal como hace el Sol en la Tierra
La película «Interstellar», estrenada en 2014, muestra cómo unos astronautas viajan hasta los alrededores de Gargantúa, un agujero negro supermasivo. Van hasta allí en busca de planetas en los que la humanidad, que está en peligro mortal en la Tierra, pueda sobrevivir. La cinta, que contó con el asesoramiento del Nobel y experto en agujeros negros Kip Thorne, relata cómo los viajeros se posan en el planeta de Miller, un prometedor mundo oceánico. Allí experimentan un curioso fenómeno: la intensa gravedad del agujero negro vecino distorsiona el espacio-tiempo de forma que el tiempo se ralentiza para las personas que se acercan al enorme objeto, en comparación con un observador situado más lejos. De esta forma, si el tripulante de una nave situada más allá enviase un mensaje en código morse, mandando un pitido cada segundo, en la superficie del planeta de Miller se recibirían 60.000 pitidos en tan solo un segundo. Por eso cuando los viajeros vuelven a la nave, después de haber pasado solo unas horas allí, en el aparato han pasado varios años. Este divertido escenario teórico de imaginar cómo sería un planeta en la órbita de un agujero negro resulta muy interesante porque permite poner a prueba lo que se sabe y preparar el camino para futuros descubrimientos, incluso aunque no se sepa si es posible. Con esta idea en mente, el astrofísico Jeremy Schnittman, del Centro de Vuelos Espaciales Goddard, de la NASA, ha publicado un artículo en el servidor de pre-publicaciones arXiv en el que especula sobre este y otros efectos en el entorno de los agujeros negros supermasivos. Inspirado por la película, el científico repasa en qué condiciones un mundo situado en la órbita de un agujero negro supermasivo podría ser habitable. Aunque nunca se ha avistado un planeta en la órbita de uno de estos objetos (la tecnología no permite hacerlo) Schnittman relata cómo el salvaje entorno de estos monstruos puede llegar a ser apropiado. Al menos en teoría. Leer el articulo completo y ver el vídeo, clic! enlace: ABC.es / Ciencia |