Nuestro satélite natural fue el comienzo hace 50 años, pero otros mundos mucho más extraños quizás puedan ser explorados, como Fobos, en Marte, Io y Europa en Júpiter, Encelado y Titán en Saturno y Neso una de las lunas mas inquietantes en Neptuno ...
Hace 50 años, los humanos pusimos pie en la Luna. Una hazaña impresionante que vamos a repetir en la próxima década, para explotar los recursos del satélite y como paso previo para un futuro viaje a Marte. Pero existen más lunas en nuestro sistema solar, cuerpos aún más exóticos que quizás podamos visitar en el futuro. Investigadores de la Universidad de Arizona (EE.UU.) aventuran cómo sería un viaje a esos mundos. Fobos, una de las lunas de Marte, tiene un curioso origen. Los científicos creen que es un asteroide capturado por la gravedad del planeta rojo. Rica en agua bajo su superficie, puede ser un recurso valioso para la exploración y la minería espaciales. Con una gravedad alrededor de 100 veces más débil que la de la Tierra, si alguien tuviera la oportunidad de aventurarse en sus escasos 11 km de diámetro se encontraría con un paisaje que recuerda al de un cañón terrestre, con la superficie sorprendentemente polvorienta, como nuestra luna. ¿Su máxima atracción? El cráter Stickney, de 8 kilómetros de ancho. Japón planea viajar hasta allí para recoger muestras y traerlas a la Tierra. Io es un lugar infernal. Cientos de volcanes cubren su superficie, cada uno de ellos más activo que el más activo de la Tierra, Kilauea. La caldera Loki es el volcán activo más grande del sistema solar. Pele, llamado así por la diosa de la vulcanología de Hawái, es más pequeño, pero está rodeado de depósitos rojos del tamaño de Texas. Toda esta actividad está alimentada por Júpiter, que Io órbita cada dos días terrestres, y las otras lunas grandes que se alinean regularmente para tirar de Io por gravedad, calentando las rocas para crear el magma en su interior. Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |