Se esconden en la Luna, astrónomos han utilizado nuestro satélite como pantalla para tratar de localizar la débil señal característica de los átomos de hidrógeno del Universo primitivo ...
Físicos y astrónomos de todo el mundo llevan décadas tratando de averiguar cómo las primeras estrellas y galaxias dieron forma al Universo primitivo. Para ello, utilizan los telescopios más potentes y tratan de mirar lo más lejos posible. O lo que es lo mismo, lo más cerca posible del Big Bang, la gran explosión que dio origen al Universo hace 13.700 millones de años. Pero la respuesta podría estar mucho más cerca de nosotros de lo que nadie habría podido imaginar: en la Luna. En efecto, un equipo de astrónomos liderado por el Benjamin McKinley, del Centro Internacional de Investigación de Radioastronomía (ICRAR), decidió utilizar nuestro satélite como pantalla, observándola con un potente radiotelescopio para tratar de localizar la débil señal característica de los átomos de hidrógeno del Universo primitivo. Los resultados de la investigación se acaban de publicar en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. «Antes de que existieran estrellas y galaxias -explica McKinley-, el Universo era, prácticamente, solo hidrógeno flotando libre en el espacio. Y debido a que entonces no existían fuentes de luz que podamos observar, esa etapa temprana del Universo se conoce como la 'edad oscura cósmica'». «Por eso, si conseguimos detectar esta débil señal de radio -prosigue el investigador-, nos dirá si nuestras teorías sobre la evolución del Universo son correctas». Para evitar que el radiotelescopio captara señales de alguna estación de radio FM terrestre, los investigadores utilizaron para su trabajo el radiotelescopio Murchison Widefield Array (MWA), situado en el desierto de Australia Occidental, lejos de cualquier ciudad y aislado de la civilización. De esta forma, «podemos captar las señales de radio procedentes del espacio y convertir después esas señales en imágenes del cielo». Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |