La pequeñas Deimos y Fobos se originaron al estrellarse un cuerpo del tamaño de un mundo enano contra el planeta rojo ...
Hace unos 4.500 millones de años, un objeto del tamaño de Marte bautizado como Theia chocó contra la Tierra y arrojó al espacio una gran masa de material que después se condensó formando nuestra Luna. No fue el único evento similar ocurrido en el Sistema Solar. Científicos del Southwest Research Institute (SwRI) creen que las diminutas lunas marcianas Fobos y Deimos también tuvieron un nacimiento violento, aunque a una escala mucho menor que el impacto gigante que dio lugar a nuestro satélite. En este caso, un joven planeta Marte recibió probablemente el golpetazo de un cuerpo del tamaño de un mundo enano. Así lo explican en la revista Science Advances. El origen de las lunas pequeñas del Planeta Rojo ha sido debatido durante décadas. Las formas irregulares de estos diminutos satélites parecían sugerir que fueron asteroides «capturados» intactos por la gravedad de Marte, pero las trayectorias de sus órbitas contradicen tal cosa. Otra propuesta, que los investigadores respaldan, es la formación tras un choque colosal, pero hasta ahora nadie había podido demostrarlo de forma consistente. El nuevo estudio identifica el tipo de impacto necesario para la formación de las dos pequeñas lunas marcianas. «Un resultado clave de nuestro trabajo es el tamaño del impactador: encontramos que no se necesita uno gigante (como se había considerado anteriormente), sino uno similar en tamaño a los asteroides más grandes como Vesta y Ceres», señala Robin Canup, vicepresidente asociado de la División de Ingeniería y Ciencia Espacial de SwRI y autor principal del estudio. Nuestra Luna pudo haberse formado cuando un objeto del tamaño de Marte se estrelló en la naciente Tierra y los restos resultantes se unieron en el sistema Tierra-Luna. El diámetro de la Tierra es de aproximadamente 12.742 km, mientras que el diámetro de Marte es de poco más de 6.750 km. La Luna tiene un diámetro de más de 3.470 km, aproximadamente un cuarto del tamaño de la Tierra. Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |